Resumen de los incendios forestales de la provincia en el 2012: un año dificil pero no demasiada superfice afectada.

            El 2012 se ha ido y es hora de hacer balance. En general, en cuanto a incendios forestales se refiere, ha sido lo que solemos denominar un “año malo” en todo el país: varias olas de calor en verano, numerosos grandes incendios forestales, afección a núcleos urbanos, carreteras, población civil, trágicos accidentes, etc. Los medios de comunicación han hecho eco de todo ello y los dispositivos de extinción lo hemos vivido en primera persona. Pero vamos a analizar los datos del año 2012 para la provincia de Cuenca.

            En total, hemos tenido 303 incendios a lo largo de todo el año y éstos han afectado a unas 917 ha forestales. Si lo comparamos con la media del decenio 2001-2010 resulta que anualmente suele haber en la provincia unos 171 incendios y la superficie forestal media afectada es de 1.157 ha. Por tanto ha sido un año con un gran número de incendios, pero con una superficie quemada algo inferior a la media. A pesar de que los datos de superficie invitan al optimismo, conviene matizarlos.

            Si bien el dato del número de incendios es un valor relativamente constante año tras año y que siempre fluctúa ligeramente alrededor de la media, la superficie es muy variable como puede apreciarse en el siguiente gráfico:

En los denominados “años buenos”, la superficie forestal afectada siempre es inferior a 500 ha, sin embargo, cuando la sequía estival es alta o cuando los incendios coinciden con las olas de calor, se produce un incremento notable de la superficie llegando a superar las 3.000 ha anuales. Pero si nos fijamos en el número de incendios, el año 2012 supone un record histórico en cuanto al número de incendios (303). Desde el año 1968 que se dispone de registros, nunca antes habíamos alcanzado esa cifra. Entonces, ¿por qué ese altísimo número de incendios no se ha traducido en un altísimo número de hectáreas quemadas como en el resto de provincias de la región?

Para empezar, como se aprecia en el gráfico, no siempre un alto número de incendios va ligado a una extensa superficie afectada y viceversa (véase años 2005 y 2003). Un valor elevado en la superficie forestal depende básicamente de dos factores: un estado hídrico de la vegetación muy bajo (sequía) y unas condiciones meteorológicas muy desfavorables en el inicio y desarrollo del incendio (la famosa regla del 30). Si ambos factores concurren, decimos que tenemos condiciones de gran incendio forestal (GIF). Si los incendios, por pocos que sean, se producen bajo condiciones de GIF, la superficie afectada se dispara.

Es evidente que durante el verano de 2012 ha habido numerosos días de condiciones de GIF, como se ha visto por los numerosos grandes incendios ocurridos en todo el territorio nacional. ¿Significa entonces que no hemos tenido en la provincia incendios bajo condiciones de GIF? Pues hemos tenido al menos dos, pero la ubicación de éstos fuegos, junto con el trabajo de las brigadas, Agentes e Ingenieros del dispositivo han logrado que estos incendios de enorme peligro no progresen demasiado. Pero no nos engañemos, la razón de que en la provincia se haya evitado el GIF en 2012 es una cuestión de azar y de concienciación ciudadana.